Una larga noche en vela...

Una larga noche en vela... A la derecha, te pienso y me pregunto dónde estarás, con quién dormirás, quién serás... A la izquierda me pienso, pero no me veo...

Boca abajo, ahogo mi respiración con susurros y llantos dormidos... Boca arriba, veo la oscuridad que ilumina mis ojos...

Y un ligero haz de luz entra por la ventana despertando al día...¿para quién será ese día?

Educación para la ciudadanía

Esta semana he asistido a unas jornadas de formación del profesorado que trataban sobre la controvertida materia de Educación para la Ciudadanía.

Allí se ha debatido la necesidad de abordar estes temas desde la escuela y el instituto: algunos profes opinaban que ya se venían abordando de siempre, en el día a día, y que no era necesaria una asignatura específica, con la consecuente reducción horaria en otras materias importantes.

Otros opinaban que era vital trabajar estos temas sociales de una manera específica, con una programación, unos objetivos y unos contenidos concretos, puesto que si no ocurriría lo típico..."el uno por el otro y la casa sin barrer"...

Considero que la escuela tiene que estar siempre abierta a la sociedad ,y nunca cerrarse; por tanto, todos los problemas sociales tienen que importarnos como docentes y deben ser tratados en la escuela.

Además creo que no estamos educando a modelos sin nombre, sino a niños y niñas reales, sociales, todos diferentes (y creo que especiales), que viven situaciones sociales distintas unos de otros...

En la escuela no sólo se enseñan conocimientos, sino también habilidades sociales...enseñamos a convivir y también convivimos... y como maestros no sólo enseñamos, sino que también aprendemos.

Un tema del que se ha hablado y que me ha hecho reflexionar mucho es la necesidad de enseñar a los niños y niñas a ser asertivos, a saber decidir por si mismos, a tener una autonomía moral.

En la adolescencia esto es complicado, puesto que supone la no-identificación con el grupo de iguales...el niño o niña que no hace lo mismo que los otros se considera distinto, o, lo que es peor, raro; todo esto lo termina distanciando de su grupo de amigos y va minando su autoestima...

Por experiencia propia, creo que es importantísimo el saber decidir por ti mismo y manifestar sin miedo aquello que crees correcto, por mucho que los demás te digan lo contrario...si bien, creo que eso puede llevarte algunas veces a perder "amigos", ser considerada distinta o "rara" e incluso a asumir que realmente lo eres...

Qué opináis al respecto de todo esto? Me gustaría saber vuestras opiniones!

Inspiración absorbida

No quiero verte... no quiero verte porque simbolizas mi fracaso, porque representas el querer y no poder, porque absorbes mi inspiración y empapas mi mirada...

No quiero hablarte... no quiero hablarte porque con tus palabras me haces sentir culpable, aún no pudiendo ser más inocente, no pudiendo ser más inocentes los dos...

No quiero escucharte... no quiero porque te escucho y me escuchas...y eso ¿sirve de algo?

No quiero pensarte... no quiero porque si te pienso, pienso, y ahora ya no debo pensar...¿de qué sirve pensar?

No quiero verte...en serio, no quiero, porque creo que te entiendo como nadie, y tú a mí... aunque tú no me pediste que te entendiera, y tampoco sé si realmente quieres entenderme...

No quiero verte porque eres jazz...eres esa canción de Michel Camilo, "From within", que tanto me gusta tocar, pero que no me sale nunca bien...

http://www.youtube.com/watch?v=1EcxC5AgnPU

Algo ha cambiado...

Quiero tocar tu mirada,

y abrazarla y besarla...

y que alcance mis miedos

y que ya no sea solamente tuya...




Él siempre se había fijado en ella, casi desde el primer día en que la vio... no sé por qué... quizás le llamó la atención esa mezcla de fragilidad, ternura y saber estar... o quizás se fijó en su belleza interior proyectada al exterior... o simplemente en que era una chica que siempre pasaba desapercibida... y por eso se había fijado él en ella...

Y se lo hacía ver en cada gesto inconsciente, en cada mirada... pero nunca se lo había dicho, nunca... quizás porque creía ser demasiado diferente a ella...



Ella no se había fijado en él... no sé por qué... quizás porque no era su estilo de chico, o porque tenía la cabeza en otro sitio... o simplemente por miedo a sentirse amada... por temor a sentirse realmente importante para alguien...



Y así fue pasando el tiempo...



El otro día sus miradas volvieron a cruzarse... y algo cambió... los ojos de ella, ávidos de luz, se encendieron al encontrarse con los de él... una luz tenue, pero esperanzadora, tras tiempo de oscuridad... ella bajó la mirada, sí...la bajó como siempre...aún queriendo mantenerla...mantenerla infinita como nunca...